domingo, septiembre 02, 2007

Amores de verano

Sin pensarlo dos veces corrí hacia el mar.
Te recuerdo como se recuerdan los amaneceres de un día de verano... "Te quiero" me susurraste al oído cuando yo estaba a punto de zambullirme .Tu me mirabas, en aquel momento tus ojos se volvieron de en un azul intenso... "lo sé" te respondí, mientras me agarraste la cintura de un modo muy extraño al cual lo solías hacer. Note tu aliento en mi nuca, los latidos de tu corazón parecían hablarles al infinito... Salimos del agua, y así, empapados, me abrazaste con temor, tristeza y ternura... Siento que todo acabe aquí...
El era un chico del interior, yo crecí junto al mar, nuestros mundos eran muy dispares y el verano se desvanecía en aquel instante...
Prometimos vernos al verano siguiente, es ese mismo lugar, junto a aquella niña que en ese momento dibujaba sueños en la arena...
Pasaron los meses, ya era otra vez Agosto, lo supe porque el olor a verano y a mar flotaba en cada esquina de mi ciudad...Me llene de fuerzas para ir a aquella playa.
¿Sabes? Dentro de mí sabía que no ibas a estar en aquel lugar, pero aun así me quite mi vestido y mis chanclas, y me metí en el mar...
No recuerdo exactamente porque lo hice, solo sé que tus manos aun acariciaban mi cintura...

sábado, septiembre 01, 2007

La vida

La vida es eso:
Ese gesto al comprar un billete
El trayecto en tren desde la universidad hasta mi casa.
El olor a humedad en el aire de la tarde.
La sombra que proyecta tu cuerpo en las aceras.
Abrir mi puerta para que entres.
Las mariposas que vuelan en mi estómago cuando tienes esa forma de acunarme en el aire.
Tu seguridad al decirme que soy la dueña de la playa de poniente.
Mi papa.

domingo, febrero 04, 2007

Por qué...?

Por estos versos
Por las miradas de complicidad
Por ti, por mi, por nosotros
Por el silencio después del “ te quiero”
Por la esperanza de un adiós a medias
Por un sueño
Por una sonrisa
Por intentarlo y ser capaces
Por no rendirse después de un “no”
Por una ciudad que no duerme
Por ser diferentes
Por no ser clones de la sociedad
Por no querer aparentar
Por seguir disfrutando de las pequeñas cosas
Por esos momentos
Por no saber que pasara después
Por el abrazo de un amigo
Por el cariño de un hermano
Por poder expresar lo que sentimos
Por saber que 24 horas pueden convertirse en muchas mas
Por nuestro gran tesoro que es la memoria…
Por que por estas y otras cosas vale la pena vivir!.

lunes, enero 01, 2007

Mariposas en el estómago

Mi pelo se aferra a mi cara, pues ese viento no para de soplar, mis pies andan solos, nadie les da señales de hacia donde deben ir ; yo les sigo. Ahora el viento paró pero su hermana me viene a visitar, estoy empapada, bajo la calle corriendo, no veo nada, aprieto mi carpeta sobre mi pecho, pues esos trozos de papel son importantes para mi, sigo corriendo, levanto la mirada, no me da tiempo de apartarme. Allí estamos los dos, tirados en el asfalto, mojados, sin conocernos. Él se acerca , me ofrece su mano para levantarme y me retira dulcemente mis pelos, que están pegados como medusas en mi rostro. Lo miro, me tapa con su chaqueta de lana, le sonrió, me devuelve la sonrisa. Otra vez esa sensación…

martes, diciembre 19, 2006

El buscador

Aquí os cuento la historia de un buscador.Lo leí hace mucho tiempo en uno de los libros de Jorge Bucay , y me gusto desde el primer momento, ¡espero a ustedes también!


Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador...
Un buscador es alguien que busca; no necesariamente alguien que encuentra.
Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.

Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Había aprendido a hacer caso riguroso de estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo. Así que lo dejó todo y partió.
Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó, a lo lejos, Kammir, Un poco antes de llegar al pueblo, le llamó mucho la atención una colina a la derecha del sendero. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores. La rodeaba por completo una especie de pequeña valla de madera lustrada.
Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.
De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en aquél lugar.
El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.
Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de aquel paraíso multicolor.
Sus ojos eran los de un buscador, y quizá por eso descubrió aquella inscripción sobre una de las piedras:



Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días


Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que aquella piedra no era simplemente una piedra: era una lápida.
Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en aquel lugar.
Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla. Decía:



Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas


El buscador se sintió terriblemente conmocionado.
Aquel hermoso lugar era un cementerio, y cada piedra era una tumba.
Una por una, empezó a leer las lápidas.
Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.
Pero lo que lo conectó con el espanto fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los once años...
Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar.



El cuidador del cementerio pasaba por allí y se acercó.
Lo miró llorar durante un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
-No, por ningún familiar —dijo el buscador—. ¿Qué pasa en este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué hay tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que les ha obligado a construir un cementerio de niños?
El anciano sonrió y dijo:
- Puede usted serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré...:

“Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta como esta que tengo aquí, para que se la cuelgue al cuello. Es tradición entre nosotros que, a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:



A la izquierda, qué fue lo disfrutado.
A la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.



Conoció a su novia y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿Una semana? ¿Dos? ¿Tres semanas y media...?
Y después, la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso...¿Cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana?
¿Y el embarazo y el nacimiento del primer hijo...?
¿Y la boda de los amigos?
¿Y el viaje más deseado?
¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano?
¿ Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?
¿Horas? ¿Días?

Así, vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos... Cada momento.

Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es para nosotros el único y verdadero tiempo vivido".

sábado, diciembre 16, 2006

En mi soledad

Solo, pero con mucha gente a mi alrededor .Dicen que es la peor soledad,no?...
Como cada día, en aquel banco oía tocar a un viejo hombre, no recuerdo en estos momentos que instrumento era, pero una fuerza mágica me llevaba hacia allí, a escuchar su música, a sentir sus notas,aunque sin ninguna métrica ,sin ningún guión al que sostenerse me hacia volar,surcaba otros mundos donde empezaba mi vida de cero, donde cada gente era un mundo maravilloso y estaban llenas de cosas con las que aprender, un mundo que en mi realidad no existía, pues tanta gloria y felicidad no me era posible, pero aquel hombre si había disfrutado de aquel mundo, a veces cuando lo miro veo que es feliz, aunque no tenga nada, es feliz porque aquel mundo maravilloso lo hacia sentir lleno de vida. En mi rincón de soledad soñaba con ser él , el caballero de las alas libres, de la mente abierta , del corazón pleno.

domingo, octubre 29, 2006

Lo sé

Llovía como nunca antes habíamos visto, las nubes soplaban, ráfagas de viento se paseaban por aquella calle, los perros buscaban cobijo a nuestro lado, nuestra ropa empapada de lágrimas, sudor y agua,.Tú y yo en ese portal, hablando de puzzles sin su ultima pieza, de tangos bailados bajo un sol de otoño, de cómo el tiempo puede disimular haciéndole una mueca al futuro, de cómo nos invadía el presente en aquel instante, y de cuantas palabras estábamos gastando, cuando la única manera de terminar aquel rompecabezas, aquel en el que unos segundos mas tarde me habías susurrado “te quiero..”, tú esperando a que yo te dijera lo mismo, pero no supe que responderte. Ahora sé, que la forma mas exacta de decir una respuesta hubiese sido ..lo sé.

Muñecos de papel




Chico papel nació como proyecto en un balance de negocios, luego fue reciclado en papel de periódico, convertido en tetabrik, hasta q finalmente fue convertido en hoja blanca de un cuaderno de un niño, arrancado , convertido en avión de papel y fue a parar a un parque donde lejos de las fotocopiadoras y las trituradoras se encontraba feliz y a salvo.
Chica letra nació formando parte de una marca del mejor perfume francés, y soñaba con un lugar donde escribirse con la palabra amor, y formar parte de una novela romántica.. Hasta que una imprenta la publicó...
Un día ,alguien cogió la novela de una biblioteca y la dejo olvidada en el banco de un parque, la lluvia hizo que se resbalara la primera letra de la palabra AMOR, y allí se encontró con chico papel y ya nunca mas se separarían, ella reposaba la palabra hombro sobre chico papel y el se arrugaba un poquito para darle cobijo, pero empezó a llover y llover, hubo tormenta ,y corrían el grave peligro de ser papel y letra mojada.
Antes de desaparecer se quedaron abrazos y un remolino de viento se los llevo volando, y fueron reinventando los nombres por los sitios por donde pasaban; por los columpios y los jardines, por la arena y la playa, por el humo y las chimeneas, la ciudad, los pueblos, tus manos, las mías….